ENCIENDE UNA LUZ: 5 EMISIÓN TERCERA TEMPORADA “LECTURA COMUNITARIA DE LA BIBLIA»


Quinto programa de la tercera temporada de “Enciende una Luz”, del 2 de marzo de 2017, sobre “Lectura Comunitaria de la Biblia”. Programa #67 desde el inicio del espacio.

Invitado: Fernando Torres, teólogo, Kairós Educativo (KairEd), Casitas Bíblicas

Con el Rvdo.  Nelson Celis.

CANTO AL AGUA


Representantes de diferentes espiritualidades y de organizaciones ecoteológicas y ambientales (Foto de Erika Paola Salazar, Fund. Atuca)

El 22 de marzo, Día Mundial del Agua, en un acto convocado por «Canto al agua» y el Diácono Alirio Cáceres, se realizó un encuentro espiritual interreligioso junto al lago vecino del Templete Eucarístico, en el Parque Metropolitano Simón Bolívar, que tuvo momentos de agradecimiento, bendición, canto, plegarias y compartir.

Representantes de la iglesia Católica romana, del Centro Cultural Islámico, de la Policía Ambiental, de la Fundación Atuca y en nombre de la iglesia luterana San Pablo, el pastor Nelson Celis, se dieron cita durante cerca de tres horas para expresar ante el agua del lago un compromiso vital con su conservación y un profundo agradecimiento a Dios por este don.

Felicitación a nuestro pastor


En Asamblea ordinaria de socios básicos realizada el 10 de marzo del presente año, la YMCA (Young Men’s Christian Association), conocida en países de Latinoamérica como ACJ (Asociación Cristiana de Jóvenes),  movimiento social juvenil ecuménico, fundado por Sir George Williams el 6 de junio de 1844 en Londres y que tiene presencia en Colombia desde hace 53 años, eligió como miembro de su Junta Directiva, al Rev. Nelson Celis, quien es cercano a esta organización desde hace más de 20 años, voluntario desde hace 10 años y socio desde hace 7.

El Rev. Nelson, ha venido ejerciendo su voluntariado, inicialmente como docente de lengua italiana, y después como asesor ecuménico, colaborador del área de Misión y Voluntariado, del Comité espiritual y asesor de la Comunidad Cristiana.

Por otra parte, el 16 de marzo, el pastor celebró su tercer año de ordenación ministerial en la Iglesia Luterana.  Lo felicitamos por estos dos motivos.

MIÉRCOLES DE CENIZA Y CUARESMA


CUARESMA

(Tomado de: http://www.iluterana.cl)

Cuaresma es el tiempo de preparación, oración y ayuno espiritual en el que intentamos comprender el sacrificio de Cristo por nosotros en la cruz. En esta Estación no se canta el “Gloria” ni el “Aleluya” durante el culto, para enfatizar que es un tiempo de meditación y espera a la verdadera alegría y vida que están por llegar con la Pascua. Este tiempo, tal como lo dice su nombre, dura 40 días y recuerda a los 40 años que el pueblo de Israel caminó por el desierto al salir de Egipto y los 40 días que estuvo Jesús en el desierto como preparación para comenzar su ministerio. De la misma manera, durante Cuaresma, nosotros nos preparamos para recibir el amor de Dios en un mundo que muchas veces no ayuda a hacerlo. La Estación de Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, en donde recibimos la imposición de las cenizas sobre nuestra frente con el signo de la cruz, que nos recuerda la muerte de Jesucristo y también nos ayuda a aceptar nuestra propia muerte, algo inevitable y natural, pero que recibimos con esperanza en la resurrección. En este día la Iglesia usa el color Negro, porque se recuerda la muerte de Jesús. Luego de cuarenta días, la Cuaresma termina en el Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión, donde celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, dispuesto a morir por amor a la humanidad. En este día recolectamos humildes ramitas de olivos o palmas para compenetrarnos con la entrada de Jesús a Jerusalén, entrada que para nosotros significa esperanza y consuelo ante el dolor y el sufrimiento. Estas ramitas se guardarán durante todo el año para ser quemadas y hechas cenizas el Miércoles de Cenizas del año próximo. El color utilizado en la Cuaresma es el Violeta o Morado, símbolos de reflexión, oración, y ayuno. Además es un tiempo de preparación, ya que nos prepara para la recibir la Pascua de Resurrección.

Miércoles de Ceniza

(Tomado de: http://voxluterana.blogspot.com)

El Miércoles de Ceniza tiene ese nombre por causa de la costumbre observada desde la Iglesia Antigua, de colocar ceniza sobre la cabeza en señal de arrepentimiento.

Según la tradición, el papa Gregorio, el Grande, en el fin del siglo V, inicio del VI, fue quien determinó que ese día hiciera parte de los días de la Cuaresma, más precisamente, en su inicio.

De acuerdo con las antiguas tradiciones del cristianismo, todos aquellos que arrepentidos, tuviesen confesados sus pecados públicamente, tendrían sobre sus cabezas alguna cantidad de ceniza.

Proviene de la costumbre israelita, en cuyo medio, las cenizas significaban la transitoriedad de las cosas y el hecho de ponerlas sobre la cabeza, un acto de profundo arrepentimiento y humillación ante Dios y los hombres. Cuando alguien, o todo el pueblo, estuviesen arrepentidos de un mal cometido y quisiera la compresión de los hombres y el perdón de Dios, se sentaba en las cenizas, mostrando así el reconocimiento de su insignificancia.

Este día nos quiere recordar que la vida entera del cristiano debe ser de HUMILDAD, DEPENDENCIA DE DIOS y ARREPENTIMIENTO.

Con este espíritu, la Iglesia Luterana inicia la Cuaresma. Con un culto alusivo a esta fecha, confesamos nuestros pecados y nos regocijamos en el Señor porque nos envió a Jesús para perdonar nuestros pecados.

Cenizas a las cenizas…

(Tomado de: http://www.luteranos.net)

Estamos en el borde de la tumba, mirando hacia abajo y El sacerdote dice esas palabras bien conocidas y características de un funeral “Ahora encomendamos el cuerpo de nuestro hermano a la tierra. Tierra a la tierra, cenizas a las cenizas, polvo al polvo… ”

Ahora que nos encontramos allí, mirando la muerte tan de cerca nos damos cuenta de que toda nuestra vida pasó delante de nosotros. Allí en el borde de la tumba recapitulamos y proyectamos nuestra vida y muerte, porque sabemos que también asistiremos a nuestro propio funeral. La muerte nos reclama.

Hoy es Miércoles de Ceniza. En varias iglesias alrededor del mundo, los pecadores arrepentidos se acerquen al altar para recibir una señal que recuerda la muerte. El sacerdote o pastor usa el pulgar para marcar en la frente con una señal con cenizas en forma de cruz. Las palabras pronunciadas generalmente son “Acuérdate, oh hombre, que polvo eres y al polvo volverás.” Una vez más se nos recuerda de la tumba de nuestro futuro. Se nos recuerda en un simple símbolo que “la paga del pecado es muerte.” Todos los que pecan, mueren.

Sin embargo, hay buenas noticias. Las cenizas se depositan en la frente en forma de la cruz. Es la cruz que nos recuerda la muerte de nuestro Salvador. Con el corazón arrepentido recordamos el precio pagado por nuestro Salvador para salvarnos de nuestra muerte. Jesucristo sufrió y murió en la cruz para pagar las deudas de nuestros pecados. Jesús muere la muerte de todos los pecadores. Dios, el Padre, depositó sobre él el castigo que merecíamos. Él fue crucificado, muerto y sepultado. Y Jesucristo resucita a una nueva vida. Después de tres días en la muerte, Él resucitó. La muerte, la paga del pecado, es pagada en su totalidad con el sacrificio perfecto de Jesús. La muerte no puede mantenerlo cautivo. Él la ha derrotado. Jesucristo también nos promete una nueva vida. Las cenizas en forma de cruz cuentan esta historia. Cualquier cruz que veamos nos recuerda esta historia. A través de la cruz, Jesús nos trae el perdón del pecado que necesitamos. A través de la cruz y su resurrección, Jesús promete la resurrección a todos los que lo miran sólo a ÉL en busca de salvación. Las manchas oscuras en forma de cruz nos recuerdan que nuestra muerte se acerca, pero también que nuestra vida es nueva en Cristo.

“Acuérdate, oh hombre, que polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19)

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”  (Juan 11:25-26)

LECTURAS PARA ESTUDIAR Y PROFUNDIZAR

Salmo 51

Joel 2:1-2, 12-17

Isaías 58:1-12

2 Corintios 5:20b – 6:10

Mateo 6:1-6, 16-21